Los transportistas de Valencia demandan una descarbonización «pragmática» para su sector. La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET) ha destacado la necesidad de una descarbonización que sea «realista y factible». Según la última encuesta realizada entre sus miembros, casi todos los transportistas reconocen que no están preparados para cumplir con los nuevos objetivos establecidos por la Unión Europea, que pretenden reducir las emisiones en un 90% para el año 2040. «Lograr un transporte neutro en carbono presenta desafíos y es crucial la cooperación de todas las partes para enfrentarlos», explicó Carlos Prades, presidente de FVET.
Con las exigencias de descarbonización tan cercanas y considerando los largos ciclos de renovación, uno de cada tres transportistas considera esencial la implementación de ayudas para renovar la flota y abordar esta transición. Además, actualmente, el precio de un camión eléctrico es tres veces mayor que el de un camión moderno propulsado por diésel. De hecho, el 71% de los profesionales subraya la necesidad de precios más competitivos para rentabilizar las operaciones y llevar a cabo esta transición con éxito.
Además, no existe una red de puntos de carga o repostaje adecuada para abastecer a los vehículos pesados, que en algunos sectores, como el de carga general, recorren hasta 120.000 kilómetros al año. Según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, en la Comunidad Valenciana solo hay 78 puntos de carga con la potencia necesaria para vehículos pesados, es decir, de 250 kW. «La transición debe ir acompañada de más puntos de carga que hagan viables los trayectos de media y larga distancia», afirma Prades.
Principales Problemáticas del Transporte por Carretera
Además de la descarbonización, la Federación también consultó a sus miembros sobre la situación actual del sector, que fue calificada con un aprobado.
«Aún estamos en un contexto inflacionista, que se refleja en los precios de las materias primas, del combustible, que sigue siendo el coste directo más significativo, y de otros elementos como los camiones. Al mismo tiempo, existe una presión para bajar los precios que dificulta la rentabilidad de nuestras operaciones. De hecho, los bajos precios continúan siendo el principal problema que afecta la viabilidad del sector», explica el presidente de FVET.
Según el vicepresidente de la Federación, Juan Ortega, a este escenario se suman otros problemas como la falta de conductores (51,8%), que ha aumentado cuatro puntos respecto al año anterior, y la competencia desleal (31,3%), que ha disminuido 20 puntos respecto al año anterior. También la morosidad sigue siendo una dificultad en el transporte de mercancías por carretera, aunque en menor medida gracias a la aplicación de la normativa en este ámbito. Finalmente, se añaden la falta de infraestructura, el absentismo de los empleados y la presión normativa en materia laboral y de descarbonización.
«Además, los empresarios del transporte han calificado con insuficiente los servicios de ITV y las áreas de descanso y estacionamiento seguro. Son problemas estructurales que nos impiden desarrollar nuestra actividad con plenas garantías y que requieren respuestas por parte de la Administración», añadió el vicepresidente.
Dificultad para Encontrar la Rentabilidad
En cuanto a la actividad del sector, un 45% reconoce que ha reducido su actividad en lo que va de año. De estos, un 63% asegura que esta reducción es de menos del 25% y uno de cada tres indica una reducción entre el 25% y el 50%. Por el contrario, más del 47% de los transportistas reporta que ha mantenido sus ingresos en este primer semestre del año y un 8% afirma haber incrementado sus operativas en más del 25%.
Independientemente del incremento o reducción de la actividad, los transportistas valencianos admiten que han visto una disminución en sus beneficios: tres de cada cinco aseguran que han reducido sus beneficios manteniendo los mismos ingresos y un 23% ha manifestado que sus beneficios han disminuido a pesar de haber aumentado sus ingresos.
Para el segundo semestre de este año, confían en las previsiones económicas que anticipan una reactivación de la demanda y, con ello, de las operaciones. «El último trimestre de 2023 y el inicio de 2024 han sido complicados, con las movilizaciones agrícolas y la crisis del Mar Rojo. Somos optimistas respecto al cierre del año porque confiamos en una recuperación plena de la economía y en la disminución de la tendencia inflacionista», comentó Carlos García, secretario general de la Federación.
La Comunidad Valenciana es la segunda comunidad autónoma, después de Cataluña, en movilizar más mercancías por carretera: 274 millones de toneladas al año según el Ministerio de Transportes.